en poleiro alleo
Aldeas, de Antón Baamonde (El País 4 febreiro)
Afirma en algún lugar Riszard Kapuscinski que en todas partes las gentes de la ciudad han despreciado a los campesinos y que así ha sido también en Polonia, donde los habitantes de Varsovia sólo han visto en los labriegos la mugre, la rudeza y la ausencia de modales. El juicio vale, desde luego, también para describir la actitud de los gallegos, enojados tal vez consigo mismos por proceder, en una muy amplia mayoría, de orígenes rurales. Fuera de venerables intelectuales galleguistas como Don Ramón Otero Pedrayo, que hizo de la aldea objeto de reflexiones muy sutiles y llenas de empatía, lo normal entre nosotros ha sido denostar con gran vehemencia, hasta llegar a lo mórbido, la vida del campo. (...)
(...) No hay ni que decir que el Banco de Tierras, la iniciativa que está llevando a cabo la Consellería de Medio Rural, es un hito más en el proceso de progresiva capitalización de nuestro campo. No hay que ser un lince para entender que no es sólo que las explotaciones que sobrevivieron a la reconversión salvaje de nuestro campo que tuvo lugar en los últimos 30 o 40 años han de ser, por fuerza, saneadas y dotadas de cierta rentabilidad. Además, la explotación de la madera a cargo de grandes propietarios, el éxito relativo de nuestros vinos -que aún tienen un gran recorrido por delante-; las canteras de granito, tan agresivas para el paisaje y a veces ilegales, o una Coren que no cesa, extendiendo sus propiedades, dibujan una escena de nuestro campo muy distinta a la tradicional en la que el dinero ha entrado con mucha fuerza.
Pero tal vez la ecuación más complicada de resolver es la que afecta al cambio de actitudes y de mentalidad. Las aldeas ¿están desapareciendo o simplemente han cambiado de lugar? No puede caber duda de que la aldea ha de buscarse hoy más bien en los barrios de nuestras ciudades, en los catedráticos de economía, los empresarios del metal, las señoras de la limpieza, los vendedores del Corte Inglés y, por supuesto, los miembros del Parlamento. Es allí dónde hay que intentar localizar los gestos, los automatismos, todo el material genético incorporado a una cultura y una forma de vida que no puede evaporarse en el transcurso de una sola generación sin dejar rastro. (...)
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LA BELLEZA
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Paisaxes con música
de
Emilio Blanco "Milucho"
La belleza
Segundos fuera (1989)
*Luis Eduardo Aute*
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