“El poeta muerto” (Máis sobre Cela. E sobre Celso Emilio Ferreiro)
Hai moitos artigos de interese no libro de Cela que vos comentei, Retorno a Iria Flavia (Ed. Alvarellos), que se presentará o mércores en Santiago, na Fundación Caixa Galicia (por alí estarán tamén Olivia Rodríguez, Marina Castaño, Xosé C. Caneiro e o editor Henrique Alvarellos). Hai, por exemplo, un valioso artigo sobre o barallete de Ben-Cho-Shey (con varias palabras novas que aporta Cela); un percorrido pola literatura galega a través da Saudade; varios artigos fermosos sobre Fisterra e a Costa da Morte, e moitos outros sobre escritores galegos. Entre eles, unha nota necrolóxica, días despois de morrer o de Celanova, sobre Celso Emilio Ferreiro, da que vou publicar un anaquiño:
La suya fue una voz singular y solitaria, que hacía la poesía y la guerra por su cuenta, que llamó siempre a las cosas por sus nombres y que jamás cedió ante nada ni ante nadie. La suya fue la más potente voz poética gallega de un tiempo en que la lengua y el hombre gallegos y su misma esencia vivían de precario y acosados por la incomprensión y su hermana pobre y hambrienta, la conveniencia administrativa. Celso Emilio Ferreiro soñó la Galicia que será algún día y lo hizo en un claro y sonoro gallego que casi nunca es y que se entronca con la lengua y la intención de Curros Enríquez (y saltando por encima del dulce y fecundo dolor de Rosalía de Castro). Con él, nuestra poesía suple al paisaje por el corazón y al bucolismo por el sentido de esa identidad que se nos venía resistiendo a todos. Celso Emilio es la piedra miliaria que señala la mayoría de edad de la poesía gallega que, con él, trueca el folclore y el sentimiento por la ideación y el ensueño intelectual y político. El poeta se nos murió hace muy breves días y, sin embargo, el síntoma de su voz ha sido ya advertido por los observadores”.
(Este artigo publicouse en 1977, tres días despois de morrer Celso Emilio, e está tamén no libro “El juego de los tres madroños”, Destino, 1983. Deixaime dedicarlle este post a Ramón Nicolás, gran coñecedor e recolector de textos celsoemilianos).
O VENTO É UN CAN
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Vento de noite
O vento é un can sen dono,
que lambe a noite inmensa.
A noite non ten sono.
E o home, entre sonos, pensa.
E o home soña, durmido,
que o...
Hace 1 día
1 comentario:
Ten moi boa pinta ese libro de Cela no que cita algunhas anécdotas de Fisterra. Deixareime caer pola presentación de Santiago e farei por conseguir un exemplar. Eu tiven a sorte de estar con el nalgunha das súas visitas fisterrás e, creo, atoparemos cousas de interese no volume preparado por Olivia Rodríguuez.
Unha aperta, compañeiro Marcos.
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