Pálido sol en cielo encapotado,
mozas rollizas de anchos coliseos,
tetas de vacas, piernas de correos,
suelo menos aburrido que regado.
Campo todo de tojos matizado,
berzas gigantes, nabos filisteos,
gallos del Cairo, búcaros pigmeos,
traje tosco y estilo mal limado.
Cuestas que llegan a la ardiente esfera,
pan de Guinea, techos ahumados,
candelas de resina con tericia,
papas de mijo en concas de madera,
cuevas profundas, ásperos collados,
es lo que llaman Reino de Galicia.
GÓNGORA
Tierra donde las doncellas
llaman hígado al rubí,
y andan hechas San Antones
con su fuego y su gorrín.
En donde las regaladas
llevan su cuerpo gentil
en talegos, como cuartos,
huyendo del caniquí.
Muy góticas de facciones
y de pelo muy espín;
virginidades monteses
aman a lo jabalí.
FRANCISCO DE QUEVEDO
mozas rollizas de anchos coliseos,
tetas de vacas, piernas de correos,
suelo menos aburrido que regado.
Campo todo de tojos matizado,
berzas gigantes, nabos filisteos,
gallos del Cairo, búcaros pigmeos,
traje tosco y estilo mal limado.
Cuestas que llegan a la ardiente esfera,
pan de Guinea, techos ahumados,
candelas de resina con tericia,
papas de mijo en concas de madera,
cuevas profundas, ásperos collados,
es lo que llaman Reino de Galicia.
GÓNGORA
Tierra donde las doncellas
llaman hígado al rubí,
y andan hechas San Antones
con su fuego y su gorrín.
En donde las regaladas
llevan su cuerpo gentil
en talegos, como cuartos,
huyendo del caniquí.
Muy góticas de facciones
y de pelo muy espín;
virginidades monteses
aman a lo jabalí.
FRANCISCO DE QUEVEDO
10 comentarios:
Como contestación ao primeiro soneto gongorino Quevedo escribiu:
Contra Galicia escribiste,
tierra de tocino y nabos,
que, como toda es limpieza,
toda junta te dio enfado.
Muy dificultoso eres:
no te entenderá un letrado,
pues, aborreciendo puercos,
lo puerco celebras tanto.
Cristiano viejo no eres,
porque aun no te vemos cano;
hi de algo, eso sin duda,
pero con duda hidalgo.
Llámate quien te conoce
Mondonguero del Parnaso,
pues vaciar y llenar vientres
tienes solamente a cargo.
Almorrana eres de Apolo,
por donde el dios soberano
gracioso purga inmundicias
y sangre si está enojado.
Engadiu noutro romance a propósito dunha vella:
Escándalo del Egipto,
tú, que, infamando la Libia,
miras para la salud
con médicos y boticas;
tú, que acechas con guadañas
y tienes peste por niñas,
y no hay en Galicia pueblo
que tenga tan malas vistas;
E "redimiu" a Galicia con este sarcástico encomio:
Pero como fuere sea,
pues Santiago quedó allí,
no debe de ser Galicia
de todo punto ruin.
Ribadavia, mi garganta
la tengo ofrecida a ti,
por el san Blas de sus secas,
sin humedades del Sil.
As súas citas complementan as miñas citas iniciais, nese mundo tan amplo que é a imaxe de Galicia nos poetas e escritores casteláns. A quen lle interese o tema a fondo, recoméndolles o volume de Xesús Caramés Martínez, "A imaxe de Galicia e os galegos na literatura castelá" (Galaxia, 1993), libro moi revelador para min cando menos.
Sobre o tema tamén escribiu brevemente Castelao, en "Sempre en Galiza" (citas que dende alí tanto se reutilizaron) e Siro López nun traballo xa antigo do suplemento Cultura de La Voz de Galicia.
Reino infeliz, país desventurado,
de España muladar, rincón del mundo
entre niebla siempre sepultado.
Áspero, rudo clima, temple airado.
Infiel, bárbaro trato, sitio inmundo.
Gente sin sociedad, sitio infecundo.
En el nombre de Dios santo y eterno,
con cuanta fuerza tiene el exorcismo,
te conjuro y apremio, triste averno,
para que me declares por ti mismo
si eres, en realidad, el propio infierno
o si eres el retrato del abismo.
Aí o está, o máis famoso. Curiosamente, ata o de agora non debía estar na rede en versión completa se mr. Google non engana. Isto si que é barroco e o demais imitacións.
Unha anécdota: no curso académico 1969-70 tiven coñecemento dos poemas gongorinos, como de tantas outras cousas, pola referencia e lectura que deles fixera na aula o noso profesor de literatura, xustamente Xesús Alonso Montero. Un compañeiro, xa daquela poeta e lumieira futura do gremio, chegou na clase seguinte con tres sonetos contra Góngora; o profesor leu en voz alta o primeiro e declinou facelo cos outros. Non saben como me pesa só lembrar o verso inicial daquel anoxado vate de dezaoito anos.
Falache mal de nós, fillo de puta...
Era o menor dos improperios. Os poemas negados ían no mesmo sentido, acentuando a aldraxe.
A Góngora, Cisne do Betis, non lle ía facer moita gracia aparecer como poeta castelán. Pero hai outros que supoñen que o comezo das SOledades está inspirado na imaxe dunha ría ou da desembocadura do Miño na Guarda e Caminha. Semellan descripción dunha marisma gaditana (Niebla, Doña Ana), pero non hai que desbotar esa imaxe que probablemente contemplou na súa viaxe a Galicia por asuntos relacionados co conde de LEMOS.
Quevedo tampouco atoparía moi correcto chamarlle poeta castelán. El que viña da montaña cántabra, predio de aristocracia e nobleza que permitía traballar na Corte aínda que fora de camareiro.
Noutras versións, as hacas galicianas son de arrieiros yangüeses, non galegos coma nesta versión: por que?
"No se había curado Sancho de echar sueltas a Rocinante, seguro de que le conocía por tan manso y tan poco rijoso que todas las yeguas de la dehesa de Córdoba no le hicieran tomar mal siniestro. Ordenó, pues, la suerte, y el diablo, que no todas veces duerme, que andaban por aquel valle paciendo una manada de hacas galicianas de unos arrieros gallegos, de los cuales es costumbre sestear con su recua en lugares y sitios de yerba y agua; y aquel donde acertó a hallarse don Quijote era muy a propósito de los gallegos.
Sucedió, pues, que a Rocinante le vino en deseo de refocilarse con las señoras facas; y saliendo, así como las olió, de su natural paso y costumbre, sin pedir licencia [a] su dueño, tomó un trotico algo picadillo y se fue a comunicar su necesidad con ellas. Mas ellas, que, a lo que pareció, debían de tener más gana de pacer que de ál, recibiéronle con las herraduras y con los dientes, de tal manera que, a poco espacio, se le rompieron las cinchas y quedó, sin silla, en pelota. Pero lo que él debió más de sentir fue que, viendo los arrieros la fuerza que a sus yeguas se les hacía, acudieron con estacas, y tantos palos le dieron que le derribaron malparado en el suelo.
Ya en esto don Quijote y Sancho, que la paliza de Rocinante habían visto, llegaban ijadeando; y dijo don Quijote a Sancho:
-A lo que yo veo, amigo Sancho, éstos no son caballeros, sino gente soez y de baja ralea. Dígolo porque bien me puedes ayudar a tomar la debida venganza del agravio que delante de nuestros ojos se le ha hecho a Rocinante.
-¿Qué diablos de venganza hemos de tomar -respondió Sancho-, si éstos son más de veinte y nosotros no más de dos, y aun, quizá, nosotros sino uno y medio?
-Yo valgo por ciento -replicó don Quijote.
Y, sin hacer más discursos, echó mano a su espada y arremetió a los gallegos, y lo mesmo hizo Sancho Panza, incitado y movido del ejemplo de su amo. Y, a las primeras, dio don Quijote una cuchillada a uno, que le abrió un sayo de cuero de que venía vestido, con gran parte de la espalda.
Los gallegos, que se vieron maltratar de aquellos dos hombres solos, siendo ellos tantos, acudieron a sus estacas, y, cogiendo a los dos en medio, comenzaron a menudear sobre ellos con grande ahínco y vehemencia. Verdad es que al segundo toque dieron con Sancho en el suelo, y lo mesmo le avino a don Quijote, sin que le valiese su destreza y buen ánimo; y quiso su ventura que viniese a caer a los pies de Rocinante, que aún no se había levantado; donde se echa de ver la furia con que machacan estacas puestas en manos rústicas y enojadas.
Viendo, pues, los gallegos el mal recado que habían hecho, con la mayor presteza que pudieron, cargaron su recua y siguieron su camino, dejando a los dos aventureros de mala traza y de peor talante."
Ouso achegarlle algo, Arume, pero non sei se será moito do seu gusto. Tiven un compañeiro na mili que era de Zamora e vivía en Getafe; dicíame el que a fala dos zamoranos soaba a galego, referíndose, polas mostras, a fonética e en particular prosodia. Para os do sur da península probablemente certos trazos culturais do cuadrante noroccidental presentan imaxe semellante; as semellanzas entre falas galegas e leonesas son dabondo coñecidas.
Por que, en todo caso, o galego sería a referencia? En principio, é de subliñar esa conciencia da forte personalidade cultural de noso. Haberá, na expresión lingüística, algunha traza remanente da antiga Gallaecia como espazo extenso?
Parece que Yangua de Soria quedaría alén do limes da Gallaecia. Non teño nada claro o mesmo caso para o de Eresma, e por iso llo digo; falamos dun texto do século XVI.
Non mo tome a broma, que falo en serio.
Interesantísimo todo, pero déixoo para mañá.
Argote.....¿Arriano pelirrojo navarro?
A Córdoba e a Sevilla do XVI e XVII era terra de promisión: naharros, galegos, portugueses, vascos, asturiáns, xenoveses, alemáns, placentíns, francos (entre outros: os do reino de Aragón, non tanto) dan nome a tantas rúas daquelas fermosísimas cidades andaluzas.
Noutra orde de cousas, a tópica contra estranxeiros é amplísima. Non facía falta nen viaxar, nen coñecer a ningún natural do lugar, para fartarse á aldraxe xenófobo (se se me permite este termo anacrónico). Non mingua o seu carácter infame, pero convén lembralo.
Degolladero de los Cristianos (Sevilla)
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