12 jun 2007

Luc Ferry, filósofo e exministro francés
Moi interesante a entrevista con Luc Ferry, en El País. Subliño estas súas dúas respostas sobre a educación e sobre o poder real e o goberno. Ámbalas dúas moi pertinentes.

P. ¿La educación no se ha resentido?
R. Sí, junto a los valores tradicionales se destruyó también la autoridad. En los colegios se ha impuesto la ilusión pedagógica: primero hay que apasionar a los alumnos y después hacerlos trabajar. Es al revés. Uno sólo trabaja por obligación. No hay espontaneidad en el aprendizaje. A todos nos ha marcado algún profesor, y solía ser un gran carismático que nos hacía trabajar, no un animador cultural. La ilusión pedagógica nos dice que podemos reemplazar el trabajo por el juego. De ahí el desastre. Hay que inventar nuevas formas de autoridad sin volver atrás como reaccionarios. Los pilares de la educación europea son griegos (por la cultura), judíos (por la ley) y cristianos (por el amor). Si damos el amor sin la ley, no funciona.

P. ¿Cuando un filósofo se hace ministro se vuelve más pragmático?
R. La experiencia más fuerte que tienes cuando llegas al poder es que no tienes poder. El proceso se nos escapa. Tenemos las apariencias del poder: coches, banderas... Como mucho, un ministro puede alegrar o fastidiar la vida de 300 personas, ahí se acaba todo. Si alguien moviera los hilos de la marioneta, como creen los militantes antiglobalización, estaríamos de enhorabuena. La lógica del mercado es anónima y ciega. Los políticos tienen ahora mucho menos poder que hace 40 años.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se non gobernan os políticos, quen nos goberna, sr. ex-ministro? Por que aceptou, daquela, entrar no goberno?
E outra pregunta: que papel teñen os filósofos nesta sociedade ex-pensante?
"Solución habitacional-filosofal": meterse a escribir libros de autoaxuda pero, como son filósofos, plantexando máis preguntas que ofrecendo respostas.

Anónimo dijo...

Podo estar de acordo con algunhas das cousas que di Ferry, como nese trinomio greco-xudeo-cristiano (cultura, lei, amor) como base da boa educación. Pero di cousas que me soan un pouco entre inxenuas e "boutades". Non quero ser quisquilloso co que di de Maio do 68, poñendo como efectos dese movemento fenómenos que, en realidade, son moi anteriores e, se se quere, preparatorios. Pero o que di da "primeira globalización", a da "ciencia moderna" e a súa suposta orientación cara á liberdade e á felicidade... ¿Xa ninguén se lembra de expresións que hai pouco eran cotiás, como "guerra fría", "terror atómico", "carreira aramamentística", "destrución do mundo" ou "holocausto nuclear"? Hai pouco, tan só vinte anos, esas palabras non eran só títulos de películas comerciais, senón posibilidades reais coas que europeos, rusos e americanos convivíamos a diario.

Anónimo dijo...

Comparto, agás matices, as apreciacións de Luc Ferry na entrevista.