9 abr 2008

en poleiro alleo: do debate da investidura
Será esta unha lexislatura cómoda para Zapatero, como sostén hoxe XOSÉ L. BARREIRO en La Voz de Galicia?

A Rajoy tampoco le ayuda su tripulación. Porque ni los feos gestos de un congestionado Arias Cañete traducen fortaleza, ni la tópica crítica de Sáenz de Santamaría nos habla de buena puntería. La sensación que yo tuve es que a Rodríguez Zapatero le empuja el viento en popa, y que es el único que tiene clara y bien asumida su situación enfrente de una oposición que no se acaba de creer que el PSOE ya no gobierna con un brazo atado a la espalda.
En España, dijo el candidato, hay dificultades. Pero estuvo brillante al diagnosticarlas, y en todo momento dejó traslucir la tranquila disponibilidad de quien hizo bien sus deberes y de quien da muestras de haber aprendido de política mucho más que sus adversarios directos. Aquel adversario que el PP ninguneaba a todas horas y en todos los ámbitos ha pasado a la historia. Y en su lugar se presentó un líder consolidado al que no parecen habérsele subido a la cabeza las vanas glorias de un triunfo asentado sobre la voluble decisión del pueblo. Por eso creo que, después de una investidura lograda en dos votaciones, a Zapatero le espera una legislatura muy cómoda.

15 comentarios:

Marcos Valcárcel López dijo...

alguén solicitou noutro fío abrir o debate sobre a investidura: o artigo de Barreiro pode servir como motor dese tema (Eu non puiden ver o debate e, en principio, non teño moito que opinar: creo que a tensión electoral foi tan alta que a xente quedou calmada, á espera do que vaia pasar no futuro. Por outra banda, a moitos interésalles máis a crise interna do PP, xa innegable, que o propio debate: acertou Zapatero en Ourense pronosticando esa crise do PP).

Manuel Ángel Candelas Colodrón dijo...

Sería interesante atopar o artigo que escribiu XLB hai catro anos. Alguén pode conseguilo?

Manuel Ángel Candelas Colodrón dijo...

Atopei o do día 16 de abril de 2004, dous días, creo, despois da investidura.

VENI, VIDI, VICI, xlbarreiro

TODAVÍA hay gente que lo ve un poco apagado, perdido en la nebulosa de los pactos e incapaz de concretar las líneas de su Gobierno. Pero Rodriguez Zapatero está cuadrando una faena fantástica, cuyo resumen podría hacerse diciendo que salió secretario general a la primera, ganó las elecciones a la primera, sacó la investidura a la primera, hizo un Gobierno de primera, toreó las intrigas de partido como un jabato, amansó a los nacionalistas y a Llamazares sin dar un paso más de lo previsto y pasó a ser un líder clave en la política europea antes incluso de tomar posesión. Por eso titulé, en tercera persona, con lo que él mismo dirá, en primera, mientras sube despacito al Palacio de la Moncloa: « Veni, vidi, vici ».

A Carod-Rovira lo contentó con la reforma de Maragall. Al BNG le dio la subcomisión de seguimiento del Prestige que no avanzó en su discurso. A Coalición Canaria les firmó el mismo cheque que le habían firmado Aznar y González. A los ecologistas les regaló la revisión del Plan Hidrológico. En Llamazares personalizó la promesa de retirar las tropas de Irak. Y a los dirigentes del PNV los desactivó invitándolos a café y prometiéndoles un trato normal y digno. Y así, sin gastar nada que no estuviese previsto, consiguió lo que parecía imposible: dejar al PP más solo que la una, y encerrar a Rajoy en un discurso rancio y descontextualizado, en el que sólo se ve la añoranza de aquella mayoría absoluta y aquella prepotencia engolada que desechamos el día 14 de marzo.

¿Y qué nos dio a los ciudadanos? Pues algo tan secillo como un cambio de clima. Porque, lejos de aquella situación en la que todo era problema y en la que los malos pululaban como las moscas, estamos entrando en la que se puede discrepar sin ser descalificado, y en la que se pueden hacer propuestas que pueden no ser aceptadas, pero que no convierten al autor en un peligroso apestado. Por eso se ha rebajado tanto el nivel de estrés de la política, y por eso hemos dejado de ver el terrorismo como un juicio de Dios manejado a su antojo por modernos inquisidores.

Manuel Marín estuvo bien. Dejó hablar a la gente, respetó a todo el mundo, y no dio la sensación de ser el escudero protector del candidato. Y el conjunto de los portavoces de la izquierda y el nacionalismo hicieron un magnífico papel, demostrando, ante todo, que son muy razonables. Aznar, el asociado de Georgetown, parece ya un mal sueño. La Constitución para Europa está encarrilada. Al imperialismo de Bush le ha entrado una chinita en las botas. La ONU tiene un valedor. Y algunos avances sociales han empezado su camino sin temores ni acritudes. Un enorme milagro que nos reconcilia con la política.

Manuel Ángel Candelas Colodrón dijo...

Interesante e ben curiosa a comparación. Agora, catro anos despois, di que Zapatero tiña medo escénico na primeira investidura e que caeu na trampa. A dous días daquelo, para XLB, Zapatero chegaba e enchía.
En todo caso, pasamos do Xulio César da Batalla de Zela ao Pirata de Espronceda. Este tránsito vouno deixar como deberes para politólogos.

Marcos Valcárcel López dijo...

Isto das hemerotecas vía Internet é terrorífico: nin políticos nin opinadores poden xa desdicirse das súas opinións doutrora.

Anónimo dijo...

Poder poden. O que non poden é mudar digo por diego sen que se saiba. Os arumes son o patanexo.

Anónimo dijo...

Non só poden desdecirse senón que o fan con todo descaro poñendo cara de póquer.

Os políticos e os comentaristas políticos son ícteos: téñen memoria de peixe. A curto pazo, pois.

Anónimo dijo...

Estaría ben que alguén comentase cal é a situación na que queda o BNG despois de que ZP non o considerase "aliado preferente", como pretendía.

Coido que o BNG perde unha baza importante de aquí ás autonómicas, e que vai ter que refacer en parte a súa estratexia: agora ten que poñer toda a carne no asador para vender a súa acción de goberno, que é o único que lle queda, inutilizada transitoriamente a noción de ser "decisivos en Madrid" de aquí a un ano vista.

É evidente que os do PSOE non son parvos e non lle queren dar protagonismo. Así, Touriño e o PSdeG-PSOE saen beneficiados.

Que opinan vostedes?

Anónimo dijo...

Estaba visto. Aproveitar unha cousa tan conxuntural como o da reprobación magdaleniense non daba para moito máis. Os estrategas tenden a vender aos necesitados de estratexias a necesidade de estratexias. E así compran o que lles poñen diante.
En honor á verdade, non creo que a xente que votou ao BNG votara porque creu na falacia da decisión en Madrid. Ou eso espero. Polo ben do BNG.

Anónimo dijo...

Un 'no' muy dulce

10.04.2008

CARLOS LUIS RODRÍGUEZ

Suavemente me mata con su canción, decía Roberta Flack en una balada premonitoria de lo que ha hecho Zapatero con los nacionalistas. Su canción parlamentaria ha sido suave, su no dulce, elegante su rechazo a lo que le pedían portavoces que habían llegado como acreedores a la investidura, mostrando facturas impagadas, deudas históricas, agravios antiguos.

Suavemente el candidato ha cambiado un modelo de relación con el nacionalismo que parecía duradero. No hay una sola palabra gruesa en sus respuestas a Jorquera, Durán, Erkoreka y demás, ni tampoco un pagaré que lo obligue. Enfatiza su amor por la diversidad de España, agradece el tono de los oradores e incluso se compromete a quedar con ellos para tomar algo, pero de ahí no pasa la letra de la nueva canción que quiere interpretar el zapaterismo.

Los frustrados pretendientes quedan perplejos. En sus réplicas se apreciaba el desconcierto de quien se encuentra de repente en un escenario distinto. Intentan reaccionar pidiendo algún gesto, rebajando el precio inicialmente previsto, a ver si así el presidente les permite regresar a casa con algún trofeo. Nada.

Se podrá decir que Zapatero paga esa actitud con la humillación de una segunda votación. Sí, pero a cambio deja sin argumentos a los que se empeñaban en ver a un líder hipotecado. Su investidura es más pobre y más libre. Si el jefe de Gobierno que hace cuatro años emerge de la votación se parece al Gulliver maniatado, el de ahora recuerda más bien a Blancanieves y esos siete enanitos deseosos de agradarla.

Zapatero mata con su canción porque buena parte de la estrategia de los grupos nacionalistas consiste en influir en el corazón del Estado. Desde luego que la cita presupuestaria ofrecerá otra ocasión para exhibir la capacidad de presión, pero el momento estelar era éste. La investidura es la puesta de largo de todas esas cuentas pendientes que el nacionalismo lleva a Madrid en representación de sus territorios.

Los socialistas no se han prestado a la ceremonia, y da la impresión de que el nacionalismo, en general, no tenía un plan B para esta situación imprevista en la que el deudor demora el pago en medio de seductores halagos a los frustrados cobradores. En vez de mostrarse enojados, son comprensivos con Zapatero y algunos casi se disculpan por abstenerse en la votación. Es como si hubiesen elaborado una imagen plurinacional y anticentralista del presidente, que ahora no les da tiempo a corregir.

En su contestación al portavoz del BNG, el líder socialista aludió amablemente a Paco Rodríguez. Aparte de la consideración personal hacia el histórico dirigente gallego, también hay en el elogio un reconocimiento a quien ha colaborado a fomentar esa visión del zapaterismo como un proyecto que rompe con las viejas estructuras del Estado español, y que no va más allá porque oscuros poderes se lo impiden.

La de hoy es otra versión. Del gobernante adolescente que se va de botellón con los amigotes, se pasa a otro maduro que deja atrás las audacias, vuelve pronto a casa y echa las redes en los millones de votos del PP para garantizar una larga estancia del socialismo en La Moncloa. Con la pandilla de antes, o sea, con el nacionalismo, se sale pero con menos asiduidad.

Ese nacionalismo luchó antes con un enemigo, la derecha hispana, fácil de identificar por sus nada suaves signos externos. Ahora se encuentra con otro más sutil, al que aún no sabe cómo tratar.

Anónimo dijo...

Eu nunca crin o conto da España plural nin o presunto interese de Zapatero por integrar, dalgún modo, os nacionalismos na auténtica gobernación ou a gobernabilidade do Estado. Resulta moi cómodo dicilo a posteriori, pero ninguén lembrará entusiasmo meu en relación co personaxe ou os seus movementos.

O presidenciable utilizou tal selo ou aura despois de gañar aquelas eleccións, na onda dun forte descontento co PP de Aznar, certos episodios de xestión interna e aliñamento internacional; valeulle. Rematando a lexislatura precedente, en transo de esgotar os xuros, comeza o recentramento que agora se manifesta abertamente.

En relación con tal mudanza, a única incógnita -tempo ou calendario- acaba de ser resolta; houbo síntomas xa en determinadas chiscadelas de campaña. Non escoitei nin lin discursos de investidura; de un se guiar polas crónicas -factor ás veces tan versátil coma o mesmo artigo de opinión- parece en efecto que algúns nacionalistas compareceron sen plano B. Se tal, que logo habemos ver, é esperable que análise realizada e estratexia prevista revistan outro empaque. Hai ademais outro factor: igual se pode deixar fóra de xogo a Rosa Díez, pero no PP todos parvos non son; e para meter o barco en cada porto, fará falta sempre manobra. A sesión inaugural quedou bonita, agora faltan catro anos.

Anónimo dijo...

La única que habló claro fue la gran Rosa Díez.........

Anónimo dijo...

Este Carlos Luis é listo coma un allo.

Anónimo dijo...

O nacionalismo galego quedou composto e sen noiva, cun Zapatero que só o quere como amante eventual, pero non para casar con el, pois quere permanecer en recalcitrante soltería. E o BNG queda perplexo e sen saber reaccionar, xa que non están tempos como para volver ás barricadas. Só lle queda esperar a que o chame para tomar unhas copas algún día nos próximos catro anos.

Anónimo dijo...

mellor así, pauliño. As malas compañías, xa se sabe: pégachese o peor delas