Xuntascopia, SL
ANTÓN LOSADA
ANTÓN LOSADA
El País, 23/06/2009
Thomas Jhoper.Australia.
Sorprende cierto rechazo ante la singular consulta parental sobre el idioma en la educación de los retoños. Cierto que sus preguntas tipo ¿a quién quieres más a papá o a mamá? o ¿si mañana papá y mamá dejaran de quererse, con cuál te gustaría vivir? suenan algo pijas. Pero tras el escepticismo inicial que provoca siempre cualquier innovación visionaria, una reflexión libre de prejuicios sobre el fondo del asunto sólo puede concluir que la toma de decisiones públicas por consulta ad hoc constituye un gran salto adelante en la calidad del sistema democrático gallego. No somos conscientes, pero acaso asistimos al nacimiento de una revolucionaria visión prêt-à-porter de la democracia: la democracia feijoniana. Quién sabe si con los lustros no ocupará en la historia un lugar señero como la democracia jeffersoniana, el New Deal de Roosveelt o el puedo prometer de Suárez. Qué gran avance para una participación democrática real es sustituir al Gobierno, al Estado, que ya dijo Althusser que era un monopolista del uso legítimo de la violencia, por una consultora demoscópica. Naturalmente en régimen de sociedad limitada, por eficiencia y para evitar papeleo y burocracia, con Hernández de apoderado y Rueda de asesor en servicios especiales para no perder su placiña de funcionario. Imagínense combatir la crisis armados con porcentajes de opinión fiables. Por ejemplo, en el sector lácteo.
-¿Eso que resuena son las bombas de palenque de las fiestas de verano o son los latidos de mi corazón?
-Me temo que no, presidente. Son los tractores bloqueando Santiago.
-¿Tractores? ¿Y con quién dejan a las vacas? ¿Y por qué será que tienen todas nombres femeninos?
-Protestan porque dicen que hay ayudas para todo quisque menos para ellos.
-Si quieren mi opinión, donde esté una buena ayuda para un coche nuevo, que se quite un vaso de leche, pero tienen razón. No vayamos a la imposición subvencionadora. Lo gallego es la subvención cordial: una aquí, otra allá y la Xunta en casa de todos.... Se impone una encuesta para dirimir el eterno dilema: coches o mantequilla.
El cielo es el límite para la democracia feijoniana en acción. Incluso no siendo vinculantes, estas consultas proporcionarán miles de horas de entretenimiento y diversión para toda la familia.
-Presidente, hay que meterle mano al furtivismo, está desmandado.
-Eso sería caer en la Imposición marisquera. Las rías, como la lengua, son de todos. No violentemos nuestro tradicional marisqueo cordial. Quien quiera mariscar ordenadamente, hágalo, y quien quiera ser furtivo, séalo. Qué bonita es la libertad
Nada más democrático que la inmediata remisión de un cuestionario a las buenas gentes del mar donde decidan si prefieren a) mariscar hasta acabar con todo. b) mariscar mientras paguen o c) mariscar, pero sin abarrotes.
La espinosa cuestión de la financiación abre una oportunidad única para exportar nuestro modelo. En la democracia feijoniana no cabe la imposición fiscal. La solidaridad no puede decretarse, como fantasean algunos radicales. Surge amable y jovial entre las buenas gentes de España, como acudir a ayudar al vecino con la cosecha. Lo democrático sería una consulta entre las otras comunidades para que escojan entre a) seguir pagando a escote nuestra pasión por circunvalaciones y cinturones, b) paga ti que a min dáme a risa, o c) será por dinero....
Como recomendaba Blake, liberemos las puertas de la percepción y veremos las cosas y la democracia como son: infinitas. En nombre de la libertad, superemos el anticuado lema de un hombre, un voto. Abracemos sin miedo al futuro: un ciudadano, un cuestionario. Es más ¿qué clase de dictador retira la gratuidad de los libros o cambia el nombre a las galescolas sin consultar a los padres antes? ¿qué tirano endurece el consumo de alcohol en los botellones cordiales de los menores sin preguntarles antes si la autoridad debe impedir que se mamen mucho o sólo un poco? Por no hablar de la Cidade da Cultura.
-¿Ciudad de la Cultura? Me suena...
-Una mole grande, cerca de Santiago, presidente... procuramos hablar poco de ella a ver si se les olvida
-Pues funciona. ¿Ya mandamos el cuestionario? ¿Qué ha decidido Galicia, la volamos o la terminamos?
-¿Eso que resuena son las bombas de palenque de las fiestas de verano o son los latidos de mi corazón?
-Me temo que no, presidente. Son los tractores bloqueando Santiago.
-¿Tractores? ¿Y con quién dejan a las vacas? ¿Y por qué será que tienen todas nombres femeninos?
-Protestan porque dicen que hay ayudas para todo quisque menos para ellos.
-Si quieren mi opinión, donde esté una buena ayuda para un coche nuevo, que se quite un vaso de leche, pero tienen razón. No vayamos a la imposición subvencionadora. Lo gallego es la subvención cordial: una aquí, otra allá y la Xunta en casa de todos.... Se impone una encuesta para dirimir el eterno dilema: coches o mantequilla.
El cielo es el límite para la democracia feijoniana en acción. Incluso no siendo vinculantes, estas consultas proporcionarán miles de horas de entretenimiento y diversión para toda la familia.
-Presidente, hay que meterle mano al furtivismo, está desmandado.
-Eso sería caer en la Imposición marisquera. Las rías, como la lengua, son de todos. No violentemos nuestro tradicional marisqueo cordial. Quien quiera mariscar ordenadamente, hágalo, y quien quiera ser furtivo, séalo. Qué bonita es la libertad
Nada más democrático que la inmediata remisión de un cuestionario a las buenas gentes del mar donde decidan si prefieren a) mariscar hasta acabar con todo. b) mariscar mientras paguen o c) mariscar, pero sin abarrotes.
La espinosa cuestión de la financiación abre una oportunidad única para exportar nuestro modelo. En la democracia feijoniana no cabe la imposición fiscal. La solidaridad no puede decretarse, como fantasean algunos radicales. Surge amable y jovial entre las buenas gentes de España, como acudir a ayudar al vecino con la cosecha. Lo democrático sería una consulta entre las otras comunidades para que escojan entre a) seguir pagando a escote nuestra pasión por circunvalaciones y cinturones, b) paga ti que a min dáme a risa, o c) será por dinero....
Como recomendaba Blake, liberemos las puertas de la percepción y veremos las cosas y la democracia como son: infinitas. En nombre de la libertad, superemos el anticuado lema de un hombre, un voto. Abracemos sin miedo al futuro: un ciudadano, un cuestionario. Es más ¿qué clase de dictador retira la gratuidad de los libros o cambia el nombre a las galescolas sin consultar a los padres antes? ¿qué tirano endurece el consumo de alcohol en los botellones cordiales de los menores sin preguntarles antes si la autoridad debe impedir que se mamen mucho o sólo un poco? Por no hablar de la Cidade da Cultura.
-¿Ciudad de la Cultura? Me suena...
-Una mole grande, cerca de Santiago, presidente... procuramos hablar poco de ella a ver si se les olvida
-Pues funciona. ¿Ya mandamos el cuestionario? ¿Qué ha decidido Galicia, la volamos o la terminamos?
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